¿Te acordás de si te besé
ni bien te conocí o
guardé mis ganas hasta el primer poema?
Creo que fue después
de pensar en una servilleta;
te vi escribiendo un mensaje entre mis piernas.
¿Te acordás de si te gusté
cuando me viste
o después de bailar?
Yo te quise cuando cerré los ojos
y flotamos en La Catedral.
El piso era una plataforma para saltar.
Tus manos eran mis ganas de bailar.
Cerré los ojos sin saber los pasos;
teníamos un cuerpo de volar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario