miércoles, 25 de marzo de 2009

La flor de las cinco llegó a mi en el té.
Le pedí al mozo que la sacara; no creía que hubiera ninguna diferencia entre una mosca y una flor, para este caso.
- "El té que usted pidió es de jazmín" - me increpó el mozo, muy insolente para mi gusto.
- "Sáquela de todas formas, no estoy tan preparada como pensaba" - dije, cerrando el asunto.


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2 comentarios:

Anónimo dijo...

bellisimo!!!
ya habia perdido la costumbre de visitar tu casita interna!

Subcomandate Exocardia

Pepe dijo...

QUE LINDO, ESTE NO LO RECORDABA, ME GUSTA ME USTA