I
Son trajines de la ciudad,
intensidades como espirales angostos
que arman tubos y túneles
acelerando el paso.
Son como fantasías que se encadenan.
No me dejan dormir
porque atrapan mi mente
y soy la protagonista de una película
(así como The Truman Show).
II
Canto una canción
caminando por los adoquines
y no puedo seguir por lágrimas.
Dejan su salada acidez en mis ojos
para recordar los túneles desde lejos
y volver a mi.
Un llanto viene desde el más allá
y desde acá que estoy
pienso que podríamos ser tantos más
agitando juntos las alegrías...
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3 comentarios:
Caro: que lindo que sigas escribiendo ;).
nos vemos!
en la ciudad de la furia,
está bueno recordar, que
todavía podemos ir soñando,
y cantar;
saber despertar en otras caras desconocidas, esas mismas sonrisas que te dejan llevar,
que nosotros se las arrancamos, a esta malparida capital...
Soñar, cantar...
hacen el camino.
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