martes, 31 de mayo de 2011

Obscenidad

Obscenidad de lo profundo irrumpiendo rojamente en el pantano,
donde el barro se confunde con el olor a podrido.
Nadie distingue quién es cada cual
cuando hay tantos que se hunden mientras se hacen los dormidos
creyendo que así, se hacen señores.

Obscenidad de un hermoso cuerpo femenino
abrigando los esquemas viejos para darles calor
hasta que se derritan los hielos impunes ahora absueltos
de cualquier tipo de dolor o encuentro verdadero.

Yo rescato esas obscenidades que a veces provocan,
aunque choquen y hagan ruido,
que traigan su salvajismo entre los pelos
para abrirlo al mundo y decirnos diosas
con todo ese amor que traemos escondido.

Con todo ese amor del vientre
absorberemos el pudor para que se seque
y dé lugar a la humedad de un beso,
a la humanidad de un abrazo nuevo.

...

4 comentarios:

Ariadna Lira dijo...

Esto es precisamente un espejo, que muestra la realidad oculta de las mujeres, que también somos fuego, que también ardemos entre gemidos dolientes, dolorosamente amorosos, de refugio, de tu tan bien expresada "obscenidad"gemela indudable de la libertad que se nos niega en la persignada sociedad.
Gracias por esto Colorita

Carolina Wajnerman dijo...

Ariadna, muchas gracias por tus palabras, gracias!
Beso grande...

BAUBO dijo...

Hermosa colorita!! Que sea un motivo el descubrir de las que somos, quitar el velo de las ataduras viejas a traves del amor a nuestros cuerpos, a nuestras mentes! Un abrazo cálido a nuestra femenidad obscena!

Ricardo Solo dijo...

Muy buen poema!

Me quedo con este verso:

"Yo rescato esas obscenidades que a veces provocan"

Bonito y crudo.

tenderistheword.blogspot.com