martes, 15 de marzo de 2011

Vida de cebolla


Mientras corto la cebolla,
se devela la verdad.

La trozo parejo a ritmo de lágrimas,
y su corazón blanco
se parte ahora a la mitad.

La echo al aceite que silba cuando ella llega.
Me dedican una danza
jugando con la cuchara,
y me dice:
"al fuego, todas nos volvemos transparentes".

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3 comentarios:

Mundo Aquilante dijo...

Me encantó el último verso...

Ivana Guidi dijo...

qué genial lo que escribiste, y se da en una situación tan cotidiana y boluda... yo soy igual, analizo, (sin querer) todas esas cosas que, como el corte de una cebolla, dan para pensar. te mando un saludo!

Anónimo dijo...

...y lo que hacía llorar se acaramela y endulza...dónde estas?

Menina Recolectora.