Mientras corto la cebolla,
se devela la verdad.
La trozo parejo a ritmo de lágrimas,
y su corazón blanco
se parte ahora a la mitad.
La echo al aceite que silba cuando ella llega.
Me dedican una danza
jugando con la cuchara,
y me dice:
"al fuego, todas nos volvemos transparentes".
,
3 comentarios:
Me encantó el último verso...
qué genial lo que escribiste, y se da en una situación tan cotidiana y boluda... yo soy igual, analizo, (sin querer) todas esas cosas que, como el corte de una cebolla, dan para pensar. te mando un saludo!
...y lo que hacía llorar se acaramela y endulza...dónde estas?
Menina Recolectora.
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