Sin arriba y sin abajo,
reencuentro el timón del alma.
Puedo llegar nadando hasta el alba,
dejarme llevar, soñar,
transpirar de suspiro...
Escaleras y símbolos,
los lugares extraños están llenos de bancos,
invitando a sentarse y temer.
Quiero dormir, saltar, comer y reír
en cada escalón que piso,
y en un descanso,
saber simplemente estar.
*
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