miércoles, 7 de abril de 2010

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Ellos son salvadores con guantes, leen los libros de caridad.
No conocen el hambre, y mucho menos al pueblo. A los que piden pan, no les dan.

Ellos son preventores de culo fruncido. Imitan, como el mono, porque no saben crear.
Sólo trazan una línea, la que separa lo que está bien de lo que está mal.

Ellos son fiscales, pero nunca testigos. Caminan sin embarrarse, inventan motivos para zafar.
Dan indicaciones, sonríen, dicen palabras bonitas y no saben escuchar.

Ellos nunca fueron verdaderamente jóvenes. Lo primero que aprendieron es a no preguntar.
La incertidumbre es un vino que nunca probaron, por eso claman seguridad.

Ellos sueñan un mundo distinto, donde reine su idea sobre la igualdad.
Sospechan y apartan los sismos de abajo, que insisten con su risa tan ilegal.

Ellos son ellos, y dudo que caminen
por la senda que yo, que soy yo, intento andar.

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

macri...

despejada dijo...

ay ay ay ... está bueno canalizar ... y tus palabras son toda una declaración de principios medios y espero qeu no finales!

besos enormes y con mucho cariño.