lunes, 15 de diciembre de 2008

Misterios

Si las palomas se convierten en flores
cuando chocan buscando alimento,
o las flores son palomas
cuando aprenden a volar,
es, como la vida misma, un misterio.

Si la guitarra me susurra canciones
o yo la toco para soñar,
si mis cuerdas tienen antojo
o las exijo yo a cantar,
si el mundo tiene un sentido
o se lo busco para jugar,
son todos misterios
que no aspiro a develar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Qué lindos son los misterios! Sin misterios la vida sería aburrida, ¿no? Besos, Colorita.