domingo, 30 de marzo de 2008

Sal

Te fuiste de a poco,
como es esperable irse.
Pero sólo recuerdo tu espalda
alejándose
frente al sol.

Dijiste que mis manos, sabor a sal.
Y que la arena, en mis pestañas.
Dijiste algo sobre el mar.

Te fuiste de espaldas con tus palabras,
y yo te miraba.

No hay comentarios: