martes, 9 de octubre de 2007

La margarita

Soy un elefante detrás de una margarita.

Escondido el gris en el color,
alguien me mira pensando que ve.

Me oculto detrás de una flor,
porque antepongo su belleza.

Margarita, mascarita,
así no me ven.

Margarita, florecilla,
del elefante delante.
El mundo está al revés,
y se oculta mi gris en tu color.

(Alguien me mira... y no me ve)

1 comentario:

Anónimo dijo...

PRECIOSO.

(Esta mal usar una palabra. Solo una, para expresar el rayo que surge desde la rapidez del sentimiento sin antes pasar por los recovecos cerebrales en donde toda sensacion se transforma en idea para luego expresarse en palabras esdrujulamente complejas?)

Salvemos entonces esa sensacion de tal brutal e injusta transformacion y dejemosla a la altura de la simpleza del poema, de la simpleza de la margarita y el elefante.
Como dije:

Precioso.

subcomandante exocardia