Ya me voy por sobre la faz del suelo,
ya abandono el molde de mi hacedor,
porque me gusta olvidarme un poco,
y entusiasma cambiar de aire.
Ya me pierdo en alguna estrella,
ya sigo colgada de una palabra,
porque me da risa confiar en ella,
y ya nada más importa.
Cuando nada importa,
puedo volar sin soñar,
y nadar desnuda;
abandono el molde y me abrasa,
la soledad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario