Querida voz
que estás en mi cuerpo
en el sonido de todos los nombres,
que mi canto sea tu templo
y pases a través de mí
coloreando las canciones.
Voz
que estás en mi alma,
en lo no dicho de las emociones,
que mi canto sea un silencio
ante el ruido en los corazones
y seamos música al fin.
Hoy, mañana, siempre.
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