miércoles, 11 de marzo de 2020

Todos tus rostros
se entrefugan al bailar
después de pensar
siestas de no dormir,
el tiempo que fue demás.

Quise mi imaginación mojada
junto al sol de la mañana.
Todos tus rostros
están lamiendo mi nosotros
vuelven como aire
y no los puedo respirar.

Algo se despega
además del sudor y tu mirada.
Algo se apaga
cuando enciendo el irme
con la vela de mi soledad.

Hay un círculo cerrandome la casa,
el reloj es un latido
susurra un volver posible
a la madera de mi suelo
a la almohada de rostros y piernas
para soñar.

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