martes, 13 de noviembre de 2018

No me cabe zapatilla para tanto caminar.
El canto tiene alas cuando lo puedo volar.
La piedra guarda secretos que no caben en una pared.
Montañas, saben tanto que a ellas quiero volver.

Mi cuerda susurra a la mano, la mano siente un suspiro,
el viento me trae copla y la copla me da abrigo.
Un amigo saca la foto y después me abre un libro
es su corazón tierno en el corazón de Quito.

Los años no pasan ni siguen solos,
los acompaño con fuerza
la vida lo vale todo si de veras se intenta.

No cabe una zapatilla para tanto caminar,
volando se hace el aire que me ayuda a cantar.
Permiso, montaña fresca, te canto para mutar:
mudando se hace el silencio que la música hace sonar.

15 de agosto 2018

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