domingo, 26 de abril de 2015

A la gorra

¿Cuánto vale una canción, o la música que mueve tus venas?
¿Cuánto vale este poema, mi boca que recita, o la estrecha luz que me llega?
Jamás logrará un billete o las monedas, captar en números el valor de algunas esencias.
Tampoco podría simbolizar el rostro de Belgrano, de Roca, o de Eva, lo que el arte nos cuesta.
¿Más que una cerveza? ¿Menos que un amanecer?
A la gorra pongámosle abundancia, lo que abre el corazón, para que se pose en tu cabeza.
La gorra no tapa tu rostro, aún si aquello que le das, viene sólo con miseria.
La gorra es dignidad, para el alma y para vos, si tu palma es sincera.
No hay entrada.
Quizás, una salida...
para ampliar un poco la visión, la gorra deja la frente libre, al aire las orejas,
para que el arte y la energía,
puedan seguir.

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