miércoles, 13 de agosto de 2014

Corriendo

Saliste a correr
con Yemanjá tu más amada.
Fuiste a correr
los sueños que te faltaban,
y nos dejaste el sabor a tus pies inquietos
en la plenitud más alta.

Con tu fuego ardiendo,
corriste la carrera de lo extremo,
la velocidad de tus colores,
para que sigamos intentando la vida
de sorber alguna magia.

Nos dejas la enseñanza
del que sabe nadar con todo
y de todo, nada
como pez abierto a sus propias aguas.


1 comentario:

Carolina Wajnerman dijo...

A mi tío más querido, un escrito de tantos que podré hacer, para homenajear su presencia en este mundo...