Aunque es pequeña la rendija
el sol se cuela igual.
Abro un ojo
y me doy cuenta que ahí está:
son migas de pan en el aire
anticipando las tostadas,
son estrellas cercanas
que me animo a contar.
Se cuela la actitud que me despierta
de sol tímido entre nubes de mañana,
son florcitas risueñas,
juego a atraparlas;
mientras, abro el otro ojo,
un bostezo se cuela
y me estiiiiiiiiro para comenzar.
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