//
Un par de chanchanes en la manga,
la tela roja se prepara
para develar los más grandes misterios
de mi propia creatividad.
La guitarra, desafinada
para alentar melodías tristes,
de los viajes que nunca se realizaron
perdidos en el futuro.
Las ideas voladas no se dejan atrapar
en esos momentos terrenos,
hasta que uno vuelve a ver,
o se anima a taparse los ojos
y dejar de pensar.
Superficies en las palabras
no son llanuras ni montañas,
simplemente danzas,
cuerpos que se mueven
hasta caer de tanta risa.
Ahí nos sentamos, sentimos
llegamos a algún lugar.
s.s.s.s.s
No hay comentarios:
Publicar un comentario